martes, 18 de agosto de 2020

DESCENSO DEL EBRO, REMANDO POR LA ESPERANZA.

 

Una noche de noviembre, cenando en la Finca del Mazo- Cantabria,  Ivan, Lucia M., Juancho, Selma, y Tere, Adrián nos dijo: “Chicos, quiero hacer un reto vinculado al piragüismo y a todo lo que nos une”… Nosotros le dijimos: "Pues, porque no hacemos el Descenso del río Ebro, desde su nacimiento a su desembocadura y le buscamos una causa solidaria??" ... pocas palabras más hicieron falta.... la maquinaria empieza a funcionar…


Aunque los meses de confinamiento mantuvieron la idea en estado latente… la nueva normalidad nos brindó un
 poquito de esperanza para poder realizarlo.

Que se conozca, solo hay cuatro personas que han bajado el río Ebro de manera integral desde Fontibre hasta el Delta, y los cuatro son de Zaragoza.  Con intención, pero de manera casual, contactamos con C L de Primera José Pastor, que tal escuchar la idea… enseguida se ofreció a colaborar de guía y ayudarnos en todo lo posible. Pero…. ¿Cuál era nuestro reto?

…Revivir la hazaña que  Ángel Hernández Fajardo (D.E.P) y su hijo, primero  y José Pastor y su hijo José Enrique Pastor,  después, hicieron navegando los 930 km de rio Ebro desde su nacimiento a la desembocadura. 

Heraldo de Aragon

Pero además, queremos dar visibilidad a la diversidad funcional y sobre todo a las enfermedades mitocondriales.  El amor al río y el agua como motor de vida, nos lleva a realizar esta aventura, un reto adaptado a las características de nuestro protagonista Adrián Martínez, con el objetivo de concienciar sobre las enfermedades mitocondriales y recaudar fondos para la investigación.

Adrián tiene enfermedad mitocondrial y es miembro de la junta directiva de AEPMI. Las enfermedades mitocondriales son genéticas, crónicas y degenerativas, los enfermos dependen de los avances en investigación.

Así que , que mejor forma para visibilizarlas que con lo que mas nos gusta hacer… disfrutar remando en los ríos.

Dadas las característica de Adrián, diseñamos 16 etapas, las más representativas y con kilometrajes que pudiéramos distribuir a lo largo del día haciendo descansos y disfrutando todo lo posible, quitando las zonas más peligrosas y menos accesibles. Así quedo el planing:


Pero los rebrotes de la pandemia en Aragón, hizo replantearnos el reto… pero no queríamos dejar de hacerlo, así que se nos ocurrió, que cada uno desde su casa, Adrián en el río Tajo y nosotros en el río Ebro, fuéramos remando los kilómetros de cada etapa de los días previstos. Y así lo hicimos, pero además hicimos un llamamiento a todos nuestros amigos piragüistas para que, desde sus casas, se unieran a nosotros sumando kilómetros. 

        

 









La acogida no pudo ser mejor, Adrián estuvo todos los días acompañado por sus familiares, amigos y compañeros del club Escuela Piragüismo Aranjuez, y en Zaragoza todo el club Monkayak Hiberus su sumo, cada uno dentro de sus posibilidades, hacer kilómetros por esta bonita causa.

Aprovechando que en Zaragoza hicimos los kilómetros en el río Ebro, y siempre respetando las recomendaciones sanitarias de no salir de la provincia realizarnos las etapas correspondientes al tramo Aragonés, el C L de Primera José Pastor nos acompañó en todas ellas, y tuvimos la suerte de revivir su hazaña recordando anécdotas y momentos intensos conforme avanzamos en los kilómetros y por supuesto  siempre presente, en nuestros pensamientos y comentarios, estuvo Adrián.  



Disfrutamos de grandes contrastes paisajísticos, de rápidos, corrientes, azudes, obras de ingeniería hidráulica que interpretaban los usos tradicionales del río, algunos en desuso y otros en pleno rendimiento. Pudimos vivir el río, unirnos a él y mimetizarnos entre su flora y su fauna siempre bella y asombrosa.


   

Todos los días, gracias a las nuevas tecnologías pudimos vivir el reto juntos, viviendo la emoción y el cansancio, comentado los tramos, quien se había unido, y los felices que nos sentíamos por poder hacer esto y compartirlo, visibilizando las enfermedades mitocondriales.


 

No solo remamos 240 km en 7 días, sino que juntos, todos los que os habéis unido al reto, hemos  sumado 2627,51 kilómetros.

 

¡Juntos remamos por la esperanza! 

Gracias a todos los que os habéis unido y lo habéis hecho posible.

 Ver las fotos del reto aquí