Excursión de senderismo otoñal de largo recorrido recorriendo pueblos deshabitados (que no abandonados) del Sobrepuerto. La magia de esta ruta radica en los tres pueblos que visitamos, en los imponentes barrancos, puertos, majadas pastoriles, bancales (aprovechamientos de la ladera para cultivar cereal o legumbres), pastos en lugares idílicos, bosques de ribera y de robles, hayas, pino silvestre, carrascas...casi todo ello por senderos tradicionales con poco mantenimiento y bastantes pedregosos.
Aunque habrá diversas opiniones, esta ruta nos parece exigente, aunque no difícil (por desnivel, por la duración, por sendas pedregosas, por la posibilidad de cruzar cauces con agua en años lluviosos, puntos de dudosa orientación (las vacas han creado muchos senderos nuevos) y por requerir un ritmo ágil o nos quedaremos sin luz).
No recomendable para bici por las piedras (experiencia propia) . En verano es una zona muy calurosa y sin fuentes preverlo. La cobertura aparece en algunos momentos puntuales en las alturas ¡ cuidado!. En montaña hay que preveer los cambios en el tiempo y posibles contratiempos, ante todo nuestra seguridad.
ACCESO: Desde Fiscal cogemos la carretera asfaltada (pasando por la tirolina de Fiscal) hasta Bergua y aparcamos sin entrar en el pueblo.
BREVE DESCRIPCIÓN: Desde Bergua por un sendero en descenso vamos hasta el “barranco de Forcos”. Cruzamos por unas pasarelas y giramos hacia la izquierda. En seguida, un desvío a la derecha nos marca el ascenso a Escartín por senda pedregosa y empinada. Al poco llegamos a la “borda del descansadero” (Km 2.5).
En el pueblo de Escartín (km 4) deambulamos por las calles y hacemos fotos. Después la pedregosa senda en fuerte ascenso dirección hasta la zona conocida como “Seretas” y después gira internándose en un bosque hasta las faldas de Tozal de Metils (o Matils). Estamos en el punto más alto de toda la ruta. Atravesamos unos prados idílicos y una paridera para empezar a bajar hacia Otal. De camino nos tompamos con un gran abrevadero (km 10) que parece manantial. Ya en Otal (km 11,5), paseamos por sus ruinas y comemos algo. La vuelta desciende por un sendero bastante difuso, pedregoso y bajamos con cuidado. La senda mejora cerca del barranco de Otal que tenemos que cruzar con agua crecidas dos veces.
Es un deleite de paisaje otoñal la senda nos lleva hasta las pasarelas metálicas. Ya sólo queda remontar los escasos 120 metros hasta Bergua y llegar al coche.
Pedro Betato, Santiago y Hector