27 de marzo de 2015.
Cuatro amigos nos juntamos para correr la Tmt
nocturna, habíamos entrenado, hicimos parte del recorrido el sábado anterior
con lluvia y barro, apechugando con el mal tiempo, pero era de dia.
Ninguno
habíamos corrido tanto de noche (20km) y por el monte.
Quedamos a las siete y media en la puebla de
Alfinden, donde la coincidencia con las fiestas de la localidad daban ruido,
olor a churros y ambiente a la prueba, los nervios se apoderaban de nosotros
poco a poco, no acertábamos con la nuevas modas de los imanes para dorsales en
vez de los clásicos imperdibles de toda la vida. Ultimas pruebas de luces y
casi listos para la salida recibimos las últimas instrucciones y el aviso de
paso para enseñar las luces blancas, rojas y el móvil, todo obligatorio para la
carrera.
Con los nervios a flor de piel se lanza el
cohete de salida para los 300 corredores. Salimos rápidamente del pueblo en
fiestas y enseguida se nos hace de noche y la pista también la abandonamos para
subir y bajar en fila de a uno, dando unas vistas espectaculares de serpientes
blancas y rojas.
Vamos acumulando esfuerzos y de repente se ve
claramente la subida a un cerro que pone a prueba nuestra energías y al final
subimos andando. Desde aquí bajamos rápidamente por pista y empezamos a subir
poco a poco hasta el kilometro 11 donde nos espera el avituallamiento.
A partir de aquí prácticamente iremos solos
hasta el final de la prueba nos quedaremos sin las referencias de las luces de
los corredores que llevamos detrás y delante. Salimos del avituallamiento y
sabemos que solo nos queda un kilometro de subida por el pinar por una pista
hasta girar bruscamente y descender entre el pinar hasta otra nueva pista que
enseguida abandonamos y la carrera nos lleva por un sendero que pica hacia
arriba y va agotando nuestras reservas.
Al fin salimos a la pista y ya sabemos que
solo nos queda el descenso hasta el pueblo que nos recibe con la misma
algarabía que nos dejo.
Alegría en nuestra llegada por los momentos
compartidos, la organización fantástica en todos los aspectos nos regala un
pedazo de bocata de jamón que nos sabe a gloria
Así que empezamos a hablar de próximas
aventuras y desventuras y si el cuerpo aguanta la tmt de junio entra de lleno
en nuestras futuras expectativas.
Sergio Lorente
Antonio Brosed
Carlos Origuen
Jose Antonio Camacho
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