El
sábado 21 de julio tuvo lugar el Campeonato de Maratón de la IV
Liga del Este, en el embalse de La Estanca de Alcañiz muy próximo
al circuito de velocidad Motorland.
Hasta
allí se desplazó un nutrido grupo de deportistas y familiares del
club Monkayak Hiberus para participar junto a más de 180 palistas
de 17 clubes diferentes.
La
jueza de ciaboga se prepara una hora antes del comienzo de las
pruebas; lleva su bloc, su bolígrafo, sus prismáticos y una silla
en la que pasará la mañana bajo un sol que logrará que las
temperaturas alcancen los 37 grados.
Las
primeras carreras, de los más pequeños, transcurren cerca del
embarcadero a más de 600 m de donde espera la jueza de ciaboga por lo
que no puede ver el esfuerzo de: Mauro, , Marta, Antía, Jorge Aso, Sara..., gran esfuerzo también de nuestros canoistas: Bruno, Jorge Lahoz, Lucía López...
No
importa, la jueza de ciaboga espera, se intuye movimiento en la
salida y con los prismáticos lo confirma, comienzan las carreras más
largas, las que llevarán a los participantes hasta el puesto de la
jueza de ciaboga durante multitud de vueltas. Comprueba por enésima
vez su material: bloc, bolígrafo y prismáticos. Los primeros K2 ya
se acercan, la jueza de ciaboga se levanta, no ve los dorsales, saca
los prismáticos, mira a través de ellos y … tampoco los ve. La
jueza de ciaboga no puede apuntar, tampoco importa, ella sigue allí
animando y aplaudiendo a todos los valientes que van pasando con el
sonido de las motos como banda sonora de este maratón. Tampoco ve el
esfuerzo y habilidad en los porteos que tienen lugar en la orilla
opuesta junto a los gritos de ánimo y la ayuda para dar agua a los
compañeros del equipo.
La
jueza de ciaboga sí que ve la entrega, el sacrificio y las ganas de
superación de Selma y Lucía, Daniel
Ba y Javi Ortíz, Javier Teresa, Javier López, Iván y de Jesús.
Cuatro
horas más tarde, cuando los jueces principales quitan la boya, la
jueza de ciaboga recoge sus cosas, regresa con el grupo, se reúne
con los árbitros y entrega las medallas.
A
las cuatro de la tarde un merecido descanso; comida, comentarios de
la prueba, risas, cansancio, anécdotas, más risas. La jueza de
ciaboga tiene espíritu Monkayista, afronta con una sonrisa y actitud
positiva todos los imprevistos, aunque haya dos avispas (que tampoco
ve) dentro de su bebida esperando para picarle.
Una divertida jornada, con mucho esfuerzo de nuestros monkayistas y sobre todo llena de anécdotas y buenos momentos.Gran equipo!
Autor: Miguel Ba
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