El sábado día 30 prometía... La
noche anterior costó conciliar el sueño, era una excursión muy esperada.
Los benjamines, alevines e infantiles del
Club iban a realizar una actividad muy interesante en Arguis.
Nos reunimos en el azud y tras el reparto
de niños en los diferentes coches nos desplazamos al embalse de Arguis, donde se
encuentra el Centro de Interpretación Pascual Garrido. Allí, tras una
pequeña decepción inicial debida a la lluvia que nos recibió, poco a poco y
gracias a la habilidad de los anilladores voluntarios, nos fuimos entusiasmando
con la actividad.
Nos fueron explicando cómo se realizan los
anillamientos científicos y la importancia que tiene conocer los datos que ello
nos aporta a la hora de conocer las diversas especies y sus costumbres.
Nos explicaron el proceso de extender las
redes ocultas entre la naturaleza para capturar a las aves sin que sufran
ningún daño. Observamos la habilidad de los voluntarios para anillar, pesar,
medir y clasificar las diferentes especies que se pueden capturar sin
perjudicar al animal en ningún momento.
Después, se soltaron las aves en su entorno
natural. Algunos nos quedamos con las ganas de acariciarlos, pero
como muy bien nos explicaron, a las aves no les gusta que las acaricien, y lo
primero es el bienestar del animal.
Conocimos de primera mano diferentes
especies como el carbonero y el pinzón.
Después, y debido a la lluvia, no se pudo
realizar una segunda captura, ya que al estar lloviendo, los pajarillos se podían
mojar y morir de frío, así que completamos la jornada con la exploración a
través de lupas de diversas plantas y mariposas y la explicación amena de los
voluntarios de todas las dudas sobre pájaros que se les plantearon.
Después de la actividad nos fuimos a
reponer fuerzas y el tiempo nos concedió una tregua ,que aprovechamos muy bien.
Nos acercamos hacia el pueblo abandonado
de Santa María de Belsué y desde ahí a uno de los rincones más maravillosos de
la sierra de Guara, las gradas del Flumen.
Nuestros pequeños dieron rienda suelta a
los piragüistas que llevan dentro y a pesar de que la tarde no era del todo
apacible y soleada, no pudieron contenerse al ver unas pozas tan fantásticas,
llenas de toboganes naturales... mucho mejor que cualquier parque acuático... y al
agua que fueron.
La tarde terminó con un agradable paseo
hacia los coches, ya de vuelta a casa, no sin antes, encontrar por el camino
ranitas, saltamontes, escarabajos, flores maravillosas como las "quitameriendas" ... y
eso les recordó que era la hora de tomar otro tentempié
No se habían metido en los coches de
vuelta y ya estaban pidiendo volver. Desde luego fue un
día fantástico para todos y una experiencia inolvidable.
ÁLBUM DE FOTOS
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Autora: Ana Larma
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